Por las mañanas, cuando suena el despertador , siento unos deseos irremediables de estamparlo contra la pared...
Pero mañana, cuando suene el despertador, no sólo lo apagaré, sino que lo desconectaré durante 10 días!...¡Qué placer!
A quien inventara las vacaciones había que darle un Nobel o algo por el estilo.
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