El otro día y a altas horas de la noche(siempre los buenos programas son tarde), pude ver en Cuatro un reportaje de Jon Sistiaga que titulaba "Niños guerreros y zombies"(se puede ver en la web de la cadena).
Me dejó impresionada cómo niños de 4, 5, 6 años, eran empujados por sus padres y en muchas casos entrenados, para combatir en peleas de Muai Thai, una especie de boxeo. Se daban unas somantas de palos impresionantes, había críos que incluso perdían el conocimiento y a los padres parecía no importarles, es más, estaban orgullosísimos y encantados, porque era una forma de ganar dinero bastante importante.
Me llamó la atención también la maestra de una niña de 7 años, que enseñaba los recortes de prensa en los que aparecía su alumna y comentaba que ella no creía que estas peleas fueran contraproducentes para los niños, porque los hacían fuertes...
Niños que no jugaban, que no tenían amigos, que sólo entrenaban, entrenaban y entrenaban...Cuesta creer aquí, que a veces convertimos a nuestros niños en pequeños reyezuelos un tanto déspotas y caprichosos, cómo en otros sitios, su sufrimiento y su infancia, puede dar de comer a una familia entera.
...Joer, qué filosófico me ha quedado esto, no?
