Cayó en mis manos demasiado tarde, quería haberlo tenido bien leído y sobeteao antes de la presentación en el pueblo (eso de que te lo vayan a firmar y se vea que está ya usado a mi me gusta, es una tontada, pero me gusta), pero la librería me lo trajo justo el día de antes...con el ferrete que llevaba esos días, fue imposible leerlo de una sentada.
La presentación, muy divertida. Jorge Asín hizo muy bien su papel, nos echamos unas risas, pero lo que más me gustó fue la intervención de Santiago(Santiago Gascón, que si no pongo el apellido no hacemos nada, pero claro, hablar en Mallén de este libro y ponerle el apellido al autor da un poco de risa por aquello de que todo el mundo lo conoce).
Como digo, me gustó mucho la intervención del autor porque lo que hizo fue hablar de su pueblo...de mi pueblo, y lo hizo con tanto cariño...fue contándonos anécdotas de su infancia, alejada un poco en el tiempo de la mía, pero en la que pude encontrar algunas similitudes... fue muy bonito.
Lo mejor de todo...no habló de su libro, y eso es algo que se agradece, porque a veces vas a presentaciones de libros en las que te lo intentan meter de todas las formas posibles...y su estrategia fue muy buena...quien quiera saber algo...que se lo compre, eso sí nos presentó a sus hijos y nos contó que la portada era de uno de ellos.
No seré yo la que desvele nada del libro. Simplemente diré dos cosas:
- Al principio dice algo muy importante, sobre todo en estos tiempos que corren: "Nos hace tanta falta reírnos..." Pues con su libro lo consigue.
- la segunda cosa es que veo a mucha gente con el libro o que hablan de él... y para mí es una satisfacción decir: ...el que lo ha escrito...es de mi pueblo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario