Antes, cuando se quería asustar a un niño se le decía:- ¡Manolito, como no te estés quieto, vendrá el coco!
Ahora, en esta era Mariana que inauguramos en noviembre ( y que espero que dure lo justo que ya es mucho), ya no se asusta a los niños diciéndoles que viene el coco, sino que se les amenaza con que viene el funcionario.
Sí, el funcionario, ese ser despreciable que ha llevado a España a la peor de las crisis. Ese ser vago, al que le han regalado el puesto y que tiene un sueldo que no se merece porque se pega todo el tiempo tomando cafelitos y leyendo el periódico ah! y que se pilla las bajas porque sí...
Hola, Soy Noemí y... sí, lo confieso, soy funcionaria.
A mí nadie me ha regalado mi puesto, me costó muchos años de estudio y muchos sacrificios, mucho coger el coche e ir de aquí para allá.
No me pego el día vagueando y casi todos los días le regalo a la administración horas de mi tiempo que por supuesto no me van a pagar y que tampoco espero que lo hagan. Me sale hacerlo porque sí, porque me apetece, y al igual que yo también lo hacen mis compañeros.
No pedimos la baja por un estornudo y apuramos en nuestro puesto todo lo que podemos.
No nos vamos a engañar, siempre hay alguna persona que se cree muy lista y que hace lo que no debe, pero ahí debería estar la administración, controlando que todo funcione como debe.
Las medidas de racionalización del funcionariado me parecen una majadería y lo único que van a conseguir es que haya mucha gente descontenta, perdón, más descontenta!
Atendiendo al refranero patrio, a estas cabezas ¿pensantes? del gobierno, no les ha dado por pensar (valga la redundancia) que por una o dos manzanas podridas no hay que tirar todo el frutero?
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