En el cole ya la cosa ya aumenta, se llena de calabazas, sólo se piensa en disfraces, sustos, trucos, tratos...
Este año, he investigado un poco mis alumnos en el origen de la fiesta, el por qué y todas esas cosas, y la verdad es que ha sido interesante. Hemos visto como la fiesta Celta ha ido cambiando a lo largo de los tiempos. De cómo los europeos la llevaron a América y como ahora los americanos nos la venden a nosotros.
Creo que no se puede ir contracorriente siempre, y aunque no me guste la fiesta como tal por lo que supone de gasto en disfraces y de afán por ser el que más caramelos recoge, el que más maqueado va, el que más...más, hay que ir adaptándose a lo que la gente demanda, siempre intentando preservar la tradición autóctona.
Un buen ejemplo de esta capacidad de adaptación es Trasmoz, que no pierde la esencia de la tradición ofreciendo a la vez lo que la gente menuda busca.
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