Quizá no es lo que más me emocione, pero bueno, por probar no se pierde nada. Lo intenté hace ya unos cuantos años, cuando estaba por Fraga(cómo pasa el tiempo!) y la verdad es que no me fue bien.
Ayer salí contenta. Nada de inciensos ni de músicas indias rayantes. Quizá sea mi momento para hacer esta actividad.
Hoy tengo unas agujetas...
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