Hoy nos ha puesto en la situación que tantas y tantas veces ponemos a nuestros alumnos: Un papel en blanco y un tema.¡Ala, escribe!(Con unas pautas y una estructura estupendas, pero difícil, muy difícil)
Creo que a partir de hoy no me cabrearé cuando de repente los vea mirando al infinito sin saber por dónde empezar.
El caso es que había que buscar momentos felices de nuestra vida familiar desde que éramos pequeños. Yo he decidido escribir este:
Ya se que no es el momento, que todavía falta un tiempo, pero...ponte en situación.
Piensa en lo que sientes la noche de Reyes: nerviosismo, inquietud...Pues eso siento yo cuando veo que llega la hora de que mi abuelo vuelva del campo.
Suelo pasar la tarde en la tienda con mi abuela. Es una de mis diversiones: jugar con los hilos, con las medidas de las colonias...Me encantan esas botellas enormes de colonia con olores de lo más diversos: de hombre, de mujer, frescas, fuertes, más fuertes...Cojo el medidor, saco las colonias, las vuelvo a meter. Intento que no se caiga nada para que no se enfade la abuela...Los botones no me gustan, no me preguntes por qué.
Todo este juego se acaba cuando a lo lejos comienzo a escuchar el ruido de la moto del abuelo. Una "mobilete" vieja revieja que petardea mientras se acerca.
Si estoy sóla, no hay problema, pero hoy está mi hermano, así que en cuanto escucho la moto, salgo como una centella, tengo que ser la primera, porque quien sale primero, tiene premio.
¡Sí, lo he conseguido!¡He ganado! Mi abuelo ya está aquí. se baja de la moto con cierta dificultad y me da un beso en la cabeza. Aaaaayyyy, esos besos en la cabeza!
Mi cara es una gran sonrisa. Monto en la moto con cuidado de no quemarme y me voy con el abuelo a dar una vuelta.
...¿Puede haber mayor placer para una cría de 6 años?
Ya se que no es gran cosa, pero me ha encantado Isabel, que nos hayas hecho remover un poco en el baúl de los recuerdos y durante un rato recordar a mi abuelo.
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