El sábado estuvimos viendo en el Teatro Principal la obra ¡Ay Carmela! de José Sanchís Sinisterra. Estuvo dirigida por Miguel Narros e interpretada por Verónica Forqué en el papel de Carmela, y Santiago Ramos, en el papel de Paulino.
Si la película me gustó, todavía me gustó más la obra de teatro.
Son dos historias en una. Comienza con Paulino hablando con el fantasma de Carmela, recientemente fusilada, y se va mezclando con lo acontecido pocos días antes en el Teatro Goya de Belchite, en plena batalla del Ebro, con 2 actores de poca monta apresados por la tropa nacional que para salvar el pellejo han de actuar para los militares y para un grupo de prisioneros de las Brigadas Internacionales que serán fusilados al día siguiente.
La historia termina, como dice Miguel Narros, con una Carmela que intenta convencer a Paulino de que la memoria histórica es necesaria. Que las personas somos como la vida ha querido que seamos y tenemos que ser conscientes de nuestras palabras y nuestros actos.
http://www.youtube.com/watch?v=OFZLwsA-Si8
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