domingo, 10 de febrero de 2013

SOY MAESTRA




Soy profesora, y me honro de serlo y me enorgullezco de mi profesión. Sí, tengo dos meses de vacaciones y un horario de docencia directa bastante denso.

Soy profesora, trabajo en el aula y fuera de ella y la gente no lo sabe y a mí no me importa.

Sí señores, soy ingeniera en Informática,soy profesora, con oposición, pertenezco al cuerpo A de funcionarios.

Soy profesora y no discuto los días de descanso de los bomberos, ni los de los funcionarios de prisiones.

Soy profesora y cuando voy al médico no le discuto su diagnóstico, sólo espero que me cure.

Soy profesora y cuando voy a mi abogado no le discuto de leyes, sólo espero que me defienda.

Soy profesora y cuando voy por la autovía, conduzco con confianza porque sé que la diseñó un ingeniero de caminos.

Soy profesora y vivo en una casa tranquila, la casa que proyectó en su día un arquitecto.

Y ustedes ¿quiénes son? ¿Por qué se atreven a decir que trabajo poco y mal?

Soy profesora y enseño cada día el camino a seguir para conseguir las competencias de una profesión.

Soy profesora y recojo cada curso a un montón de chavales de los que aprendo tanto como ellos de mí.

Y ustedes ¿quiénes son? ¿Por qué se atreven a decir que trabajo poco y mal?

Soy profesora y trabajo cada día con personas sensibles y frágiles porque aún no han alcanzado la madurez.

Soy profesora e intento inculcar trabajo, esfuerzo y dignidad para alcanzar el éxito personal.

Y ustedes ¿quiénes son? ¿Por qué se atreven a decir que trabajo poco y mal?

Me bajan el sueldo, me suben las horas de trabajo, me incrementan los alumnos en el aula…

Pero… ustedes quién creen que soy.

Soy profesora y me preocupo de los alumnos q tengo en mi aula. Busco como ayudarles a avanzar cuando tropiezan, les animo cuando decaen y les aplaudo cuando se superan.
¿Acaso me ayuda usted, alto cargo, a avanzar o más bien me frena/pisotea y aplasta para avanzar usted?

Y ustedes ¿quiénes son? ¿Por qué se atreven a decir que trabajo poco y mal?

Soy profesora y trato de "educar" en valores (no sólo me lleno la boca con ellos) a los q comparten conmigo la jornada escolar. 
¿Acaso le digo yo a usted, alto cargo, cómo no hundirme en la miseria y no llenarse los bolsillos a manos llenas? (Debería decírselo y educarle realmente en valores) 

Y ustedes ¿quiénes son? ¿Por qué se atreven a decir que trabajo poco y mal?

Soy profesora y muchas veces "exprimo" el día para que mis alumnos aprendan, disfruten y saboreen la riqueza del saber.

¿Le contabilizo a usted, ministro, las horas de IMPRODUCTIVIDAD por las q cobra (y además extra) y su posterior sueldo vitalicio, por no haber hecho nada sino más bien deshecho todo? 

Soy profesora y acudo todos los días a mi trabajo con mayor o menor entusiasmo (según el día) pero tratando de afrontar la jornada con profesionalidad y dedicación.

¿Acaso puede usted, senador, diputado o congresista, decir lo mismo cuando se escaquea de las 3 ó 4 sesiones a las q tiene q asistir anualmente siendo la sanción económica por su ausencia mínima e irrisoria y su nómina 3 ó 4 veces la mía?

Y ustedes ¿quiénes son? ¿Por qué se atreven a decir que trabajo poco y mal?
Me ha llegado esto en un correo electrónico. No se quién lo habrá escrito, pero lo suscribo... simplemente unos pequeños cambios...Soy Maestra y del grupo B!
SOY PROFESORA, lo llevo en la sangre y me encanta. Pero me lo pone difícil cuando me "saturan" el aula sin poder "dar" una enseñanza de calidad. 
NO SOY UN PARKING donde estacionar a los alumnos y tras varias horas acudir a por ellos sin importar el resultado. ¿¿¿¿Debería poner fuera de mi AULA el cartel de completo????

Y ustedes ¿quiénes son? ¿Por qué se atreven a decir que trabajo poco y mal?

Entren, entren un día en un aula. Entren y afronten un sólo día de una jornada escolar. Luego si quieren opinen sobre mi trabajo, mis vacaciones, mi sueldo, el número de alumnos, las horas lectivas,...y lo q les apetezca. Pero...entren, entren y vean como yo, funcionaria grupo A, desarrollo mi trabajo. Q las palabras huecas y vacías son las más fáciles de pronunciar. O cómo dice el refrán : "Nada hay más atrevido que la ignorancia"

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