jueves, 30 de diciembre de 2010

ME PONGO SERIA

Llevo viéndola unos cuantos días.
Es una perra grande, blanca con manchas color canela y una mirada sumamente triste.
Todavía se pueden apreciar en su cuerpo huellas de haber criado hace poco.
Vaga por la carretera de un lado a otro buscando quién sabe qué camino que la devuelva a su casa, donde en algún momento puede que fuera el capricho de sus dueños, el objeto de sus mimos.
Ahora es un juguete roto. Los que la han abandonado se han encargado de hacer desaparecer cualquier tipo de rastro que la pueda hacer volver a sus manos.
Cuando me mira, con sus grandes ojos, me hace sentir tan, tan culpable...
Yo me pregunto...Si tenemos la capacidad de decidir tener o no animales, ¿por qué no les atendemos como se merecen?
Como decía el anuncio...Ellos no lo harían.

No hay comentarios: